En los últimos años, la médium española Raquel Sáez se ha convertido en una de las voces más visibles dentro del ámbito hispano de la mediumnidad contemporánea.
Nacida en Llíria (Valencia), afirma haber convivido desde la infancia con fenómenos como percepciones extrasensoriales, presencias y episodios de disociación perceptiva que ella interpreta como los primeros indicios de su capacidad de contactar con planos no físicos.
Su trayectoria profesional —centrada en sesiones de mediumnidad, talleres y divulgación— se ha construido sobre la idea de que la consciencia persiste más allá del cuerpo, y que es posible establecer un puente entre ambas realidades.
A primera vista, su trabajo podría parecer ajeno al enfoque científico. Sin embargo, muchos de los fenómenos que describe —experiencias extracorporales, contacto con seres fallecidos, visiones simbólicas, percepciones intuitivas— aparecen con sorprendente frecuencia en investigaciones actuales sobre consciencia, neurociencia, experiencias cercanas a la muerte y física de la información. Y es precisamente en esa frontera, donde aún no hay respuestas definitivas, donde su figura adquiere relevancia cultural.
Desde mediados del siglo XX, nombres tan diversos como Carl Gustav Jung, John Wheeler, Tom Campbell, Donald Hoffman o Pim van Lommel han impulsado la idea de que la realidad que percibimos podría ser solo una capa superficial de un sistema más profundo.
Jung habló del inconsciente colectivo y de la psique como un campo extendido, no encerrado en el cerebro.
John Wheeler propuso su célebre “It from Bit”, según la cual el universo podría estar construido a partir de información y no de materia (el Universo Participativo). Tom Campbell, físico y ex-investigador de percepción remota, sostiene que vivimos dentro de un sistema de realidad virtual donde la consciencia es la base de todo. Y Pim van Lommel, cardiólogo holandés, documentó miles de ECM en pacientes clínicamente muertos, muchos de los cuales describen experiencias muy similares a las que relatan médiums como Raquel.
En este escenario emergente, Raquel Sáez no se presenta como científica, pero sí como observadora directa de un fenómeno que —quizá por la ausencia de un marco explicativo definitivo— sigue despertando el interés de la comunidad académica.
Su trabajo se inscribe en una corriente que toma fuerza: la posibilidad de que la consciencia no sea un producto del cerebro, sino un componente fundamental del universo. Una idea que se alinea con líneas de investigación en física cuántica, psicología profunda y teoría de la información.
Su biografía personal, marcada por experiencias tempranas que transformaron su percepción del mundo, se entrelaza así con un debate global: ¿qué es la consciencia? ¿Dónde “está” cuando el cerebro deja de funcionar? ¿Podría la realidad ser un sistema más amplio que el espacio físico observable?
Preguntas que la ciencia aún intenta responder, y que figuras como Raquel Sáez mantienen vivas desde un enfoque experiencial más que académico.
Ser Médium: Propósito y Enfoque
Según las palabras de Raquel:
“Ser médium es poder mostrar el amor puro del reino espiritual. Mi propósito sin duda es traer sanación y arrojar luz a nuestro mapa de ruta a través de la mediumnidad.”
Su misión se articula en:
- Mostrar que la vida continúa más allá del plano físico.
- Ayudar al duelo a través del contacto con seres queridos fallecidos.
- Facilitar que cada persona reconozca su esencia, su “chispa divina”, y viva con más conciencia espiritual.
Este enfoque no solo es relevante para quienes buscan respuestas más allá del plano físico, sino también para aquellos interesados en explorar cómo estos aspectos pueden contribuir al desarrollo personal y a una vida más plena y significativa.
Mediumnidad y Ciencia: ¿Puede la Consciencia Existir Más Allá del Cerebro?
La labor de médiums como Raquel Sáez suscita una pregunta tan antigua como la humanidad: ¿es la consciencia un producto del cerebro o una entidad independiente de él? Aunque la ciencia convencional sostiene que la mente emerge de la actividad neuronal, varias líneas de investigación contemporáneas sugieren que esta afirmación podría ser incompleta.
La Hipótesis de la Consciencia No Local
Uno de los debates más activos en la ciencia actual es la posibilidad de que la consciencia no esté confinada al cerebro, sino que funcione como un campo o sistema más amplio. Esta idea, conocida como “consciencia no local”, surge de estudios en:
- Experiencias cercanas a la muerte (ECM).
- Estados alterados de percepción.
- Fenómenos de memoria no explicables solo por biología.
- Física cuántica e información.
El cardiólogo Pim van Lommel, después de estudiar cientos de pacientes que estuvieron clínicamente muertos, concluyó que la consciencia podría continuar operando incluso cuando el electroencefalograma es plano. Muchos testigos describen salir del cuerpo, observar la sala desde arriba, o encontrarse con familiares fallecidos, elementos que coinciden sorprendentemente con los relatos que escuchan médiums como Raquel.
No se trata de una “prueba” en sentido estricto, pero sí de un fenómeno repetible y coherente, suficiente para abrir un espacio de discusión científica.
La Realidad como Información: un Nuevo Marco Teórico
Si aceptamos la posibilidad de que la consciencia no depende estrictamente del cerebro, entonces surge otra pregunta: ¿cómo está construida la realidad?
La física moderna empieza a apuntar hacia un modelo donde la información ocupa un lugar central:
John Wheeler y el “It from Bit”
Wheeler, uno de los físicos teóricos más influyentes del siglo XX, propuso que la realidad material surge de procesos informacionales. Para él, el universo es esencialmente un sistema que responde a la observación, lo cual resuena tanto con la mecánica cuántica como con la idea espiritual de que la consciencia “crea realidad”.
John Archibald Wheeler propuso que vivimos en un “universo participativo”, una idea audaz según la cual la realidad no está completamente definida hasta que una consciencia interactúa con ella.
Inspirado en experimentos cuánticos como la doble rendija, Wheeler sugería que la información del universo —la forma en que la materia se comporta— depende en parte del acto de observar.
En su frase más célebre, Wheeler resumió su visión así:
“Observadores son necesarios para que el universo exista.”
Es decir, la consciencia no es un elemento pasivo dentro del cosmos:
participa en su formación continua.
Para Wheeler, el universo evoluciona y se “construye” a través de innumerables actos de observación. La realidad sería, en parte, co-creada por los seres conscientes que la perciben (nosotros).
Donald Hoffman y la Teoría de las Interfaces
El psicólogo cognitivo Donald Hoffman sostiene que no percibimos el mundo tal como es, sino una interface diseñada evolutivamente para sobrevivir. Según su modelo, la realidad objetiva podría ser radicalmente distinta de cómo la experimentamos; nuestra percepción sería solo un icono de algo mucho más profundo.
Tom Campbell y la Realidad como Simulación
El físico Tom Campbell, con experiencia en investigación de percepción remota, propone que vivimos dentro de un sistema de realidad virtual, donde la consciencia es el “procesador central” y la realidad física es solo una de sus representaciones.
En este marco, fenómenos como mediumnidad, intuición o viaje astral no serían “anomalías”, sino accesos a otras capas del sistema.
Estas teorías no pretenden validar la mediumnidad, pero sí subrayan que la realidad podría ser mucho más compleja que la materia que vemos.
Experiencias Anómalas: ¿Fenómeno Psicológico o Evidencia de Otro Plano?
Raquel Sáez trabaja con personas que buscan comunicarse con seres fallecidos. La pregunta que surge es inevitable: ¿cómo interpretan estos fenómenos las ciencias cognitivas?
La Mirada de Jung: Psique Extendida y Arquetipos
Carl Gustav Jung introdujo la idea del inconsciente colectivo, un estrato compartido de símbolos y significados que trascienden la experiencia individual. Para Jung, ciertos contenidos parecen provenir de un campo psíquico común.
Las visiones arquetípicas, los sueños lúcidos o las sincronicidades podrían ser pistas de una psique no limitada al yo individual.
Si existe un nivel compartido de consciencia, ¿podrían los médiums estar accediendo a él?
No es la interpretación jungiana tradicional, pero la pregunta queda abierta.
Viaje Astral: Entre la Neurociencia y el Fenómeno Subjetivo
El viaje astral, que Raquel describe como una experiencia consciente fuera del cuerpo, ha sido documentado tanto en prácticas espirituales antiguas como en estudios modernos sobre disociación controlada.
Programas como Proyecto Gateway (desclasificado por la CIA) exploraron precisamente este tipo de estados, interpretándolos como alteraciones de percepción en las que la consciencia mantiene claridad y continuidad pese a la desconexión con el cuerpo.
Simulación, Consciencia y Mediumnidad: ¿Encajan las Piezas?
La teoría de la simulación —en versiones como la de Campbell o la más filosófica de Nick Bostrom— sostiene que la realidad física es una representación diseñada para la experiencia consciente.
Si esto fuera cierto, fenómenos como mediumnidad o contacto con fallecidos podrían entenderse como:
- Acceso a otras “instancias” del sistema.
- Interacción con niveles de información no renderizados normalmente.
- Comunicación con datos almacenados en un nivel superior.
Esto no prueba la mediumnidad, pero ofrece un marco conceptual en el que estas experiencias dejan de parecer imposibles.
¿Qué Aporta Raquel Sáez a Este Debate?

Raquel Sáez
La contribución de Raquel no es científica, sino experiencial. Sin embargo, su trabajo encaja en una tendencia cada vez más estudiada:
- miles de testimonios similares,
- coherencia interna de los relatos,
- coincidencias con experiencias cercanas a la muerte,
- patrones repetidos en diferentes culturas.
Ella misma sostiene que la mediumnidad no es un don extraordinario, sino un tipo de percepción que todos poseen en algún grado, y que puede desarrollarse mediante práctica, atención y autoconocimiento.
Sus talleres y sesiones exploran:
- manifestación y cambio de creencias,
- contacto con seres fallecidos,
- viaje astral,
- numerología y astrología como sistemas simbólicos,
- sanación de creencias heredadas,
- comprensión del propósito vital.
Aunque estos elementos pertenecen al ámbito espiritual, no contradicen necesariamente las preguntas que hoy se hace la ciencia sobre la naturaleza de la consciencia y la realidad.
Nuestro Propósito Existencial desde la Perspectiva Espiritual de Raquel Sáez
Reflexionar sobre el propósito de nuestra existencia desde una perspectiva espiritual es una invitación a profundizar en nuestro propio camino hacia la realización personal.
Según Raquel Sáez, cada individuo tiene la capacidad y responsabilidad de explorar su espiritualidad para descubrir su misión de vida única.
- Exploración Personal: La búsqueda espiritual nos anima a cuestionar nuestras creencias y valores heredados.
- Realización Personal: Encontrar significado y propósito lleva a una vida más plena y satisfactoria.
Esta autoindagación no solo enriquece nuestra experiencia diaria, sino que también nos conecta con un sentido más profundo de unidad con el universo.
Conclusión: Un Puente Entre Experiencia y Ciencia
La figura de Raquel Sáez permite observar un fenómeno más amplio: la creciente convergencia entre la espiritualidad experiencial y los debates científicos sobre la consciencia.
A medida que la física, la neurociencia y la teoría de la información avanzan, conceptos que antes parecían esotéricos —como percepción no local, estados expandidos o supervivencia de la consciencia— vuelven a entrar en la conversación.
Hoy, la pregunta no es tanto si los médiums tienen razón o si la ciencia la tiene.
La verdadera cuestión es:
¿estamos ante fenómenos subjetivos complejos o ante pistas de que la realidad es mucho más profunda de lo que conocemos?
En ese espacio intermedio —entre el laboratorio y la experiencia humana— es donde la obra de Raquel Sáez encuentra su lugar.